Para un niño la familia juega un papel primordial puesto que es este el primer núcleo social al que pertenece y de allí depende el desarrollo en las etapas siguientes de su vida. En esta se inculcan valores y de allí se desencadena la formación de su personalidad.

El segundo núcleo social es la escuela, allí se reafirman los valores dados en el hogar, el niño adquiere la suficiente confianza para afrontar de forma civilizada sus problemas; además es el lugar ideal para que se integre a la sociedad que está conformada por otros niños con personalidades y gustos distintos.

Pero el problema es cuando uno de los dos núcleos principales falla, allí, encontramos como consecuencia el trabajo y abuso a menores, que por las falencias de los adultos llegan a la deserción escolar e intentan mitigar la falta económica con trabajo que además de ser un delito, es mal remunerado sin contar el ambiente basto en que se desarrolla su personalidad, los horarios extensos que deben cumplir y la falta de cumplimiento de las necesidades básicas del ser humano pues pueden llegar a pasar casi un día entero sin comer y en la mayoría de los casos no regresan a la escuela por lo tanto se le vulnera el derecho a la educación.

Por lo tanto nosotros como estudiantes de psicología social queremos mostrar un censo donde muestre el porcentaje de niños trabajadores, cuáles de ellos debieron abandonar por completo sus estudios y que factores los llevaron a cambiar una infancia sana por una vida basta en la plaza de mercado.